Maullidos en francés



El recuerdo navideño más bonito es el de mi abuelo haciendo un caminito en la nieve desde la puerta de casa hasta las escaleras. Lo hacía cada día en el que todo amanecía nevado, a la mañana siguiente se había borrado y él volvía a hacerlo.

Ya sabes cuánto deseaba hoy que el motín abandonase mi casa, ojalá anduvieras por aquí cerca, en la habitación de al lado.
Tocaría en tu puerta, toc toc toc, "feliz navidad, por fin estoy sola, te invito a cenar con Jarmusch y conmigo, bailaremos y, una vez estemos solos, veremos Happy together. Pero tendrás que traerte la maleta, la noche va a ser muy larga".
Así tal vez, la próxima vez que esté en tu cama todo tendrá más sentido.
Así tal vez, la próxima vez que me rodeen tus cosas, no querrán ponerme la zancadilla.

Está claro que las Navidades no son lo mío, sin embargo tú lo haces todo más fácil. Hace años que no tengo un caminito en medio de la nieve frente a casa, pero el camino que me lleva hasta la tuya es mucho más limpio.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora toca limpiarse el camino propio, aunque aveces ese camino no es el que queremos tomar..

Clara Kinski dijo...

Feliz Navidad, Mr Anónimo, le deseo un camino muy limpio para el 2009.

A veces creo que escribo sólo para tí.

Anónimo dijo...

Seguro que escribes para más personas de las que sospechas.
(una señorita con buena lupa, así ya no soy tan anónima)

Clara Kinski dijo...

tú también me regustas, anónima :)

Anónimo dijo...

1 anónimo y una anónima!

Lux Lagóstena dijo...

Estoy con la chica-lupa, no sólo escribes para él...

Creo que estos días necesito un camino en la nieve. O por lo menos que las cosas no me pongan la zancadilla.

un abrazo, Clara.

Anónimo dijo...

Que bien que te he encontrado:)
me encanta leerte.