Hacía años que no compartía una bañera con alguien (me parece más optimista escribir con alguien en lugar de con nadie). Y esto me ha hecho pensar en el final tan caprichoso que tuvimos/tuve. No siempre la relación más larga es la más importante.
Pero yo hablaba del último baño y de lo sucia que estaba el agua, como si nos estuviera limpiando de todas las mentiras que nos han rodeado. Ese momento ha dado paso a un fin de semana triste y raro, de decir adiós. Me acompaña el peligro de pensar y tengo las uñas más rojas que nunca. Pero lo importante es ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario